~BUENOS AIRES~

Ya hace algunos años que nos movimos por el otro lado del Atlántico, esa zona que tiene en común lengua y algunas costumbres aunque el acento se vuelva remolón y las frases de dejen a medias porque no hace falta terminarlas. En el aire que nos da un aspecto de siesta continua mientras la ciudad de Buenos Aires se vuelve loca con su tráfico y su ritmo de vida.

Si queremos volver a notar esas cosas que llevamos en la memoria porque mamá gustaba del tango y nos hablaba de aquellos tiempos como si hubiese estado allí y paseando por sus calles; vamos buscando esos rincones tan familiares que forman parte de mi propia vida.

Y aconsejando que después de la visita de ese norte que ronda el trópico y ese sur único y majestuoso que se llama estepa también, la visita de la gran ciudad más viva de esta América del Sur de nuestros amores nos ofrece esa planificación tan típica de enfrentar las grandes avenidas con un tráfico infernal junto a esa sabor añejo de los barrios. Realmente es como está estructurada; 46 barrios en total en los que viven 11 millones de personas que nos advierten antes de llegar que pueden ser bombas temerarias al volante de un vehículo. El tráfico puede resultar diabólico pero ya estamos acostumbrados a las grandes capitales del mundo.

Puestos a la visita nos vamos a la parte oriental de la ciudad, precisamente aquélla que está a orillas del Río de la PLata. Los Barrios que se nos antojan familiares, como son Recoleta con su cementerio donde está enterrada Evita Duarte de Perón de quien tanto me habló y contó mi madre más que nada por su viaje a España cuando era la Presidenta consorte de la gran nación argentina. Un alto en el camino quizás para rendirle un homenaje pienso que merecido, pues sus palabras y modos me llegaron a traves de las palabras y los elogios maternales.

El Retiro, San Nicolás, Montserrat y San Telmo donde se puede encontrar el Viejo Almancén, forman parte del cuadro fantástico que determina la forma de vida argentina. Culmina el cuadro con una desilusión que viene de la mano de la calle Caminito (canciocilla cantada por lo bajini por mi madre con todo el sentimientos del mundo), desilusión porque se ve el cartón piedra, es un decorado para explotar de manera oficiosa un recuerdo que muchos visitantes llevan vivos gracias a sus familiares mayores. Es zona de hoteles de marca, las grandes cadenas se colocan una junto a al otra, los museos, los edificios oficiales y las mejores tiendas que se alinean de manera ordenada entretenida para quienes visitan el lugar. Cierra la oferta los lugares como casinos y de «vicio ordenado». Terminaremos la visita en el «Palermo Viejo» que tiene todo el sabor y el color e incluso el habla más puro de lo que conocemos por porteño.

Aunque las dimensiones de las grandes ciudades nos marea, creo que es Buenos Aires la más fácil de asimilar y de dominar. Las calles siguen un orden numérico lógico en forma de cuadrados. Difícil no encontrar el lugar deseado. Los medios de comunicación son baratos y eficaces. Por ejemplo, la bajada de bandera de los taxis son tres pesos en la actualidad que equivalen a 60 céntimos de € y su oferta nos hace vibrar con la circulación rápida propia de la gran capital. La red de autobuses es barata y también suficiente para trasladar a miles de usuarios por poco dinero. Y sin embargo, nos queda la manera personal que nos hace disfrutar de todo el latido de la gran ciudad; el patear los barrios antiguos y llenos de encanto. Es lo que más se acerca al modo de vida de este lugar destacado y entrañable, casi un hermano, pero tan lejano¡ Un cuidado especial con el tráfico y el cruce de las calles, puesto que este ir y venir se puede hacer un enemigo a tener en cuenta.

Y si queremos rendir el último homenaje a nuestros padres recordando las viejas canciones y los relatos contados por haberlos leído en su tiempo en diarios de nombres desaparecidos y de noticiarios que iluminaban los cines antes de las películas, nos encontramos con el golpe más fuerte de este vieje pues la vista no es capaz de asimilar que el mítico 348 que fue base de ese «A Media Luz» sea un simple garaje que nos deja un amargo sabor en la boca.

 

**Lugares de obligada visita:

-El Cabildo, Bolívar 65.Diseñado por el jesuita Andrés Blanqui en 1580.

-Casa de Gobierno, Balcarce 50. Sede del gobierno de la nación.Data de 1580 y su remodelación es obra del italiano Francisco Tamburini.

-Catedral Metropolitana, Av. Rivadavia y San Martín.De estilo neoclásico, construída en el siglo XVIII. En su interior podemos encontrarnos las tumba del general San Martín.

-Pirámide de Mayo, Plaza de Mayo. Fechada en 1811 es el primer monumento que se construyó en la ciudad de Buenos Aires teniendo como base la independencia de 1810.

-Correo Central, Avda. Leandro N. Alem y Avda. Corrientes. De arquitectura francesa, obra de Norbert Maillar. Data de 1928.

-Palacio del Congreso, Av. Entre Ríos, entre Hipólito Yrigoyen y Avda. Rivadavia. Obra del italiano Victor Meano que data de 1906.

-Estación Retiro, Avda. Ramos Mejía entre Av. Libertador Avda. Antártida. Obra del inglés Eustace Louriston Conder, data de 1915.

-Teatro Colón, Cerrito 608.Data de 1908, característico por sus puestas en escenas de obras líricas. Fachada de influencia del Renacimiento italiano y en su interior llama la atención la cúpula pintada en 1966 por Raúl Soldi.

-Una lista interminable de museos cierra la oferta de visitas a la gran ciudad de Buenos Aires

**Hotel recomendado:

Tryp Buenos Aires ****
San Martín, 474
Buenos Aires ARGENTINA C1004 AAI
Tel: (54) 11 5222-9600

**Lugar para comer:

GALLEGA (especialidad gallega). Estacionamiento Jorge Newbery 2480.
Zapata 301 – Barrio Palermo
Buenos Aires.

**Compras:

-Antigüedades

Se concentran en el Barrio de San Telmo y permanecen abiertos todos los días de 10 am a 7 pm.Los domingos de 10 am a 5 pm funciona la famosa «Feria de Antigüedades de San Telmo» en la Plaza Dorrego (Defensa y Humberto 1º).

-Cueros

Venta de prendas de gamuza, cuero, souvenirs y artesanías pueden ser encontrados en los alrededores de Plaza San Martín (calle Florida y Marcelo T . de Alvear).

DAMADENEGRO2008

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~HOMENAJE A MIS IDOLOS~

 

Van Williams

Ken Madison, Surfside 6.

 

 

 

 

 

 

The films and tv series of Van Williams

 

**Bourbon Street Beat (1959-1960 ABC TV Series)

  

 

  

 

Se envolvió en las ramas de los helechos salvajes que tanto crecían en la orilla del río; humedad protegida por las altas copas de antiguos árboles y el griterío de los pájaros que celebraban la primavera asomada a los escasos huecos que las altas ramas dejaban libres.

Se protegió del roce de las ortigas silvestres, malas compañías de momentos en que se deciden profanar su hermoso cuerpo juvenil, atolondrado por el sonido del coche que llegaba a la casa perdida en el campo, corrió al son de su marcha lenta porque sabía que ella venía para pasar sus vacaciones de verano. Unas vacaciones que le deparaban los tres meses más hermosos de su vida. Y se cubrió antes de llegar al camino de piedra que daba a la casa de dos pisos de su madre-abuela, la que le había criado a falta del calor materno desterrado de su lado por la cruel enfermedad que la llevó a ese cielo que siempre miraba cuando estaba solo.

Ahora venía ella, volvía para ser su compañera de juegos para cogerse de su mano y explorar ese riachuelo que era su edén particular, el mismo que escondía su amor y que acallaba el secreto de sus deseos. Venía para apoderarse de su cuerpo, para acariciar sus cabellos adornados de rizos de oro, para mirarle fijamente y reflejarse en el azul inmenso de esa mirada que tienen los ángeles.

Y sus pies desnudos no se quejaban cuando a trote saltaban las piedras de suelo que le acercaban a su amor. Rubio alegre y jubiloso que en busca de la niña iba; esa niña que viene de la capital. llena de deseos de aventuras que se pierden en su piel, piel de ángel, joven, piel de amor.

Y se paraba el coche frente a la puerta centenaria que cubría una parra de no se sabe cuantos años, dando sombra a los faroles grandes que se adornaban con telas de araña que la abuela tenía prohibido quitar porque era una garantía de que no hubiese mosquitos. Y entre la gran puerta de antiguo coche BMW negro salía la pierna morena por el sol gaditano de la niña risueña que buscaba con ansias la cara de su pariente amante.

La abuela corría con sus zapatos negros hechos a mano y su traje blanco y negro como era costumbre desde que alivió el luto años ha …y cogía a su «bruja» con esos fuertes brazos que tenían las mujeres adelantadas a su tiempo que lucía moreno y músculos cuando debería de ser una estatua de mármol. Y llenaba el rostro sonriente de besos y arrumacos de su favorita en el corazón; quizás la más problemática, pero la que más quería … pero los ojos de la niña buscaba entre los parterres de geranios rojos los rizos rubios de su dios particular.

Y dejada en el suelo junto a las maletas de cartón que ponía el chófer junto al portón de la casa, corría como un galgo hasta el final del camino de piedra. Allí detrás del viejo roble se encontraba el amor desnudo, despeinado y los ojos llenos de lágrimas. El beso inicial se convertía en eterno y el abrazo se fundía entre dos cuerpos como si fuese mantequilla al fuego. Y unas carreras hasta el claro del jardín lejano, donde estaba ese lecho de hojas muertas que servían años tras años de lecho nupcial.

Nada quedaba de importancia para los dos, sólo estaban los dos y sus sentimientos … se atrevería la abuela de separar sus sueños nocturnos en camas separadas, ante la evidencia de sus amoríos; siempre quedaba la duda en el aire pues la cama grande, de columnas de madera de ébano, con techo de tul protector de los indeseables mosquitos que dejaba a los niños fuera de peligro de ronchas.

Y mil promesas que serían cumplidas a la caída del sol, allá en el horizonte de la tierra del caballo. Y las cuadras de los militares que dejaban su olor impreso en el levante que soplaba día si o día también. Siempre había oportunidad de montar un buen cartujano guiado por la mano firme de su cuidador con rango.

Mil promesas, mil se harían realidad en los tres meses, cerrados por la vendimia y la ofrenda del mosto ante la Colegiata. Y allí ella estrenaría vestido salido de las manos de su madre y adornada con los pendientes de pequeñas perlas traídas de Manacor hacía más de cien años jugaba con el negro de sus ojos que desbordaban amor.

Salimos de la rutina del invierno de la separación para meternos en la emotividad de los veranos juntos, de manos unidas y besos devueltos por besos salidos de unas bocas que sabían reír frente a un futuro que se ofrecía prometedor.

Solo quedaban cuatro años para que el angel se fuese al cielo….. la muerte le esperaba en cada rincón de su joven vida

DAMADENEGRO 

Surfside 6, 1960-1962

  

 

 

 

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