EL SEÑOR DE SIPAN Y SU MUSEO – PERÚ

Publicado: enero 13, 2011 en viajes
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El colorido de las vestimentas de los Mochica siempre tuvo un punto de interés entre los llamados entendidos en la materia y sin embargo, nunca llegaron a creérselo porque se salía de las normas de conductas del hombre en su tiempo. Hizo falta el gran descubrimiento, para demostrarle a ellos y al mundo entero la riqueza que atesoraban estos grandes señores. La belleza que le rodeaba y el confort que llegaron a tener juntos a ellos. El señor de Sipan nos dio a todos una lección de buen gusto y enorme desarrollo de las artes y las técnicas.

Este hombre nos descubrió que era todo un personaje en su sociedad tanto política como de carácter casi semidivino teniendo en cuenta los objetos que le rodean en su tumba y los que tienen sus acompañantes.

Estas vestimentas y ornamentos aparecen también en otras representaciones del mundo Mochica. Tenemos las orejeras con el ave sagrada en el ritual de purificación, el tocado de algodón en las carreras rituales y la túnica de placas metálicas en la danza con soga.

Su osamenta nos permite saber que murió a una edad de 40 años y que gozaba de buena salud. Su estructura corpórea demuestra poco trabajo físico y el escaso desgaste dental habla de una dieta especial. Esto le permitió alcanzar una estatura de 1.67 m. Las particularidades físicas que muestra señalan una especial forma de vida y caracteres hereditarios: debió integrar una casta de hombres nobles que heredaban el poder.

*Museo Tumbas Reales de Sipan:

El Museo Tumbas Reales de Sipán muestra los más importantes hallazgos arqueológicos de la cultura Mochica, combina precisión científica y seguridad. Destacan las joyas emblemas y ornamentos encontrados en 1987 en la tumba del gobernante mochica llamado el Señor de Sipán.

En el año 1987 se realizo la recuperación científico-histórica de los recintos arqueológicos más importantes en cuanto a restos humanos y arquitectónicos en Perú. Estos pertenecieron al Señor Mochica que gobernó el espectacular valle costeño de Lambayeque situado en el norte del Perú. Este administrador de la cultura habría gobernado el valle entre los siglos II y III de nuestra era y que tras el descubrimiento de sus restos ha sido conocido como el «Señor de Sipán». Los esfuerzos por recuperar y restaurar los valiosos recintos y las principales cámaras funerarias fueron promovidos por el arqueólogo e investigador Walter Alva Alva, quien es un sigiloso vigilante de estas ruinas desde su descubrimiento y es aquel que se ha encargado de dirigir el museo «Tumbas Reales de Sipán» donde se encuentran las principales piezas y descubrimientos a fin de conservarlos como un gran patrimonio cultural. Los restos del Señor de Sipán han recorrido todo el mundo por ser uno de las vestigios humanos mas cuidados y mas deslumbrantes por la calidad de los ornamentos que lo acompañaban en su sepultura.

Su descubrimiento se realizó en el centro poblado de Sipán,en el distrito de Zaña; perteneció a la cultura Mochica que rendía culto al dios Aia Paec como divinidad principal, aunque también adoraron al mar y la Luna. Sin embargo su origen esta aun poco claro debido a que el historiador japonés Izumi Shimada le atribuye a otra cultura distinta a la mochica. Normalmente se le considera de la cultura Lambayeque, aunque muchas personas confunden este origen al estar situados prácticamente en la misma zona El Valle de Moche. Se diferencian estas culturas por la orfebrería y la clase y refinado del trabajo que realizaron, ademas se trataría del dios Nailamp y no de Aia paec.

La Tumba del Señor de Sipán

 
Dentro de la tumba del señor de Sipán se encontraron diferentes objetos de orfebrería colocados estratégicamente y con sumo cuidado para cuidar el sagrado ritual. Se hallaron ornamentos que fueron colocados debajo del cráneo; protegidos por piezas de oro laminadas que cubría el mentón. Estas fueron confeccionadas para cubrir el cuello en su parte superior, el mentón y las mejillas dejando una soltura para la nariz. Además contaban con algunos relieves para la colocar la boca y los pliegues faciales. Por su difícil uso se cree que eran confeccionados solo para los procesos póstumos y no para el uso en la vida cotidiana. Junto a estos ornamentos se encontraron dos orejeras con figuras de venados. Las figuras estaban trabajadas finamente en turquesas y en oro, y decoradas con un borde de 38 esferas de oro delicada y perfectamente soldadas. También se encontró, al pie del cubre mentón, dos narigueras de oro ligeramente convexa en forma de luna creciente que completaban la majestuosidad de los hallazgos.

El recinto estaba cubierto con tablones de madera que con el tiempo acumularon una gran cantidad de polvo tierra bajo ellos. Debajo de estos tablones se encontraron 29 cerámicos Mochicas dispuestos cuidadosamente junto al cuerpo del señor de Sipán. Estos con el tiempo y el peso ejercido por las maderas y la tierra acumulada durante cientos de años, se fueron fragmentando por la presión. Dentro de ellos se encontraron evidencias de restos orgánicos y bebidas que se cree fueron colocadas como ofrendadas. Los sarcófagos estaban cubiertos por tres tapas de madera unidas por cintas metálicas de 3 cm. de grosor, hechas a base de cobre que formaban amarras en cuatro puntos alineados; indicio de una excelente técnica de carpintería y metalurgia.

Bajo las tablas de madera del sarcófago principal, se halló una figura humana con los brazos extendidos en forma de ángulos. Esta poseía un par pectorales finamente trabajados y que se encontraban superpuestos sin una separación visible. Bajo estos se encontraron, sobre el pecho, 16 discos gruesos de oro ligeramente convexos y con dos agujeros, uno en cada lado del disco, que con el uso de algún tipo de hilo o filamento podría integraban un impresionante collar de un peso total de 407 gramos. Además se encontraron dos tipos de cuchillas, una en cada mano, denominadas como “Tumis”; uno era de oro y estaba en la mano derecha y el otro era de plata y se encontraba en la mano izquierda. También se hallaron cuatro osamentas que acompañaban al cadáver principal del señor de Sipán. Estos poseían ataúdes originales de caña, pero este material con le paso del tiempo se desintegro por lo que no hay restos de los mismos en la actualidad. Entre las osamentas se encontraba la de una mujer de unos 20 años que usaba un pectoral de conchas de abanico en el pecho, al igual que los guerreros quienes utilizaban esta misma pieza de orfebrería y que es una de las más conocidas en el museo ubicado en Lambayeque: Museo Tumbas Reales de Sipán

 
Su vestimenta:
En la vestimenta de este guerrero y gobernante que medía aproximadamente 1,67 m y que falleció a los tres meses de gobernar; destacan las joyas y ornamentos de la más alta jerarquía como pectorales, collares, narigueras, orejeras, cascos, cetros y brazaletes. Predominan en estas piezas el uso del oro, de la plata, del cobre dorado y de las piedras semi-preciosas. En su sepulcro, se hallaron más de 400 joyas.

El collar de oro y plata es un símbolo religioso de los dioses principales, el Sol y la Luna. Al lado derecho del pecho, el collar era de oro y al lado izquierdo de plata. Simbolizaba la visualización de ambos dioses en el firmamento en un momento del día. Es decir, el perfecto equilibrio deseado, según la mitología mochica. 

El sacerdote:
Debajo de la tumba del Señor de Sipán, se encontraron otras dos tumbas, la del sacerdote y, más abajo, la del Viejo Señor de Sipán.

En la del sacerdote, se hallaron piezas que indicaban que sería uno de los principales personajes en la jerarquía religiosa de la Civilización Mochica. Este sacerdote, por los análisis de ADN efectuados, fue contemporáneo al Señor de Sipán. En las piezas que le acompañaban destacan, como símbolos religiosos, la copa o el cuenco destinados a los sacrificios, una corona de metal adornada con un búho con sus alas extendidas y otros elementos para el culto a la Luna. 

El Viejo Señor de Sipán:
Sin embargo, por los mismos análisis de ADN, se ha probado que con diferencia de cuatro generaciones, el Viejo Señor de Sipán era un antepasado directo del mismo Señor de Sipán, por lo que se podría pensar en una alta jerarquía hereditaria.

En su tumba se hallaron los restos de una mujer joven y una llama y los suntuosos atuendos llenos de oro y plata.

ADN
Apoyándose en los exámenes de ADN y arqueológicos realizados, se ha podido establecer las características del Señor de Sipán como el color de su piel, su tipo de labios, cabello, ojos y otros rasgos de su fisonomía. Igualmente, se pudo establecer su edad, por lo que la reconstrucción realizada corresponde a la de este gobernante, tal cual fue muy buena el era de sangre rh negativo lo cual indica que tenia un tipo de sangre poco común.

El por qué del Museo
Vista la importancia del hallazgo, Walter Alva impulsó la construcción de un museo llamado Tumbas Reales de Sipán, que fue inaugurado en el año 2002. Está ubicado en Lambayeque, y se ha inspirado en las antiguas pirámides truncadas de la prehispánica Civilización Moche, (siglo I a VII d. C.). El museo custodia más de dos mil piezas de oro.
Obviamente, el principal atractivo es la tumba del Señor del Sipán, con sus acompañantes y sus respectivos ajuares funerarios.

DAMADENEGRO 13/1/2011 

comentarios
  1. daniel dice:

    esta muy presioso es lo mejor que e visto en mi vida nada mas como mi chinel

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  2. mishel dice:

    me parece muy bonito

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