El Lago di Garda es el más grande de Italia. Llamado también Benaco (del latín ‘Benacus Lacus’) está dividido entre las provincias de Brescia, Verona y Trento, donde se extiende a 65 m sobre el nivel del mar con un perímetro de aproximadamente 155 km. Su amplitud es tal que, en el punto más ancho (17,5 km) semeja un mar, mientras que su longitud (máxima de 51,6 km) le confiere el aspecto de un fiordo tendido entre la región dolomítica y el valle del Po. Su paisaje es variado, con abruptos y escarpados acantilados en el norte y suaves colinas en el sur, donde se ensancha y prevalece la flora mediterránea.
El lago ocupa una superficie de 370 kilómetros cuadrados y tiene una profundidad máxima de 346 metros. Abarca precioso pueblos de tres regiones italianas: Lombardía, Veneto y Trentino. Cuenca de origen glaciar, recibe las aguas del Sarca, cerca de Torbole, río que a la altura de Peschiera vuelve a salir del lago con el nombre de Mincio. El lago está flanqueado al este por la cadena del Monte Baldo que lo separa del Adigio, mientras que en la vertiente opuesta los relieves que culminan con el Monte Caplone los separan de los Valles Giudicaria. El lago cuenta con ocho islas pequeñas: la isla de Garda enfrente de San Felice es la mayor; los islotes de Altare y Stella al sur de la anterior; la isla San Biagio y la Coniglio están en la bahía de Manerba; la isla Trimelone enfrente de la villa de Cassone; Val di Sogno y Olivo se encuentran cerca de Malcesine.
Por su panorama, su ambiente mediterráneo, su clima excepcionalmente templado y una vegetación exuberante, es meta de turistas -sobre todo de idioma alemán- que disfrutan recorriendo el imperecedero itinerario admirablemente descrito por Goethe en su famoso ‘Italienische Reise’ (‘Viaje a Italia’).
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