LA CAPILLA SIXTINA (ROMA)

Publicado: agosto 3, 2009 en viajes
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Renacer es una hermosa palabra que se pierde por los pasillos de los museos vaticanos mientras poco a poco nos vamos encaminando hasta esa puerta que nos hará entrar en el cúmulo del arte. Renacer de belleza y de sentidos que se han dispersado en la contemplación de los más bellos libros, lienzos, tapices y muebles. Renacer tras las ventanas gigantescas que nos quieren demostrar que estamos en el centro del mundo del arte, aunque allí fuera la vida continúe bulliciosa en las calles de la Roma milenaria.

El enorme gentío que se apodera de San Pedro no nos hace dudar ni un momento del importante instante que es en nuestra vida entrar en esa capilla. La capilla que fue configurada desde un principio para que el más grande de los artistas terminase de convertirla en la más bella del mundo. Curiosamente sus dimensiones fueron quizás preestablecida para que el Genio lograse expresar tras enfados, caidas y salidas de tono, el más puro arte que llevaba en su interior como pintor y aplicó esas gigantescas imágenes de la belleza que tenía dentro de su cabeza a una producto religioso convirtiéndolo en el apocalipsis de la majestuosidad.

Es conveniente en la primera visita no mirar para el techo tras pasar sus puertas. Es mejor fijar la mirada en horizontal y poco a poco ir descubriendola hasta la cima más alta. Así no perdemos detalles, poco a poco desde el suelo hasta el techo y por ultimo, fijarse en la pared del fondo, altar en pintura de la belleza y de los sentimientos religiosos más encontrados. Es aquí donde mejor que en ningún punto de la tierra se reúne el arte y la religión bajo la firma de un hombre extraño, pequeño, mal vestido, esquivo y diríamos incluso que poco culto… un hombre que no era realmente de profunda fé, pero que trabajaba para el único poder terrenal que podía pagar su talento; precisamente el poder con el se enfrentaba continuamente debido a su forma de pensar y quizás, también gracias a esos arrebatos de ira y de pasión, Miguel Angel dejó aquí para la eternidad un cuadro humano de lo que la Biblia exponia en monótonas páginas, algunas de ellas sin sentido.

Es el lugar más visitado, el más famoso de los Museos del Vaticano. Fue construída entre 1475-81 por Giovanni de Dolci por encargo del Papa Sixto IV. Sus dimensiones monumentales (40.5 x 13.2 metros y una altura de 20.7m), está dividida en sus costados por seis ventanas a ambos lados. La cancela de mármol que separa las dos partes de la Capilla es obra de Andrea Bregno. Esta puerta pétrea hacía a modo de muro entre el clero y los laicos. Y tambíen fue la firma que adornó su lateral derecho con un balcón para los cantores dentro del recinto destinado al clero. Su suelo está adornado con mármol incrustado de varios colores y los zócalos con tapices como era costumbre de la época. Más tarde Botticelli bajo el papado de Sixto IV junto con Roselli, Cosimo y Gatta adornaron con frescos durante los años 1481 a 1483, el espacio que hay entre los tapices y las ventanas. Vemos de una manera bastante gráficas y sencilla por un lado la vida de Moisés a la izquierda y la de Cristo a la derecha. Entre las ventanas hay unos espacios que se llaman nichos y en los que se pintaron las imágenes de los Papas. Es poco más lo que había hasta que el Genio entró en la capilla bajo el pontificado de Julio II para hacer 25 años más tarde el adornado del techo y un poco después el fresco de El Juicio Final que adornaría la pared del altar.

En un comienzo Julio II encargó a Miguel Angel en 1508 el trabajo de pintar a los doce Apóstoles en un techo cuyo único ornamento en la bóveda era una estrella. Pero el artista no era fácil de convencer. Miguel Angel estudió y proyectó una magistral obra que se alejaba mucho de la simpleza de la bóveda para convertirla gracias a la pintura en un techo de arquitectura fingida. Es así como trazó esa impresionante imagen general que nos hace sentirnos bajo muchas cúpulas a la vez, unificadas por los lazos de los temas religiosos y los personajes en orden cronólogico.

Así sobre la entrada comienza el ciclo que inició el Mago para que poco a poco nuestra cabeza termine con la sensación de haber perdido su vertical definitivamente. Jonás a la derecha y la muerte de Amán a la izquierda nos da el compás para ver en el centro la separación de la luz y de las tinieblas, a su lado derecho la Sibila Libia y a su izquierda Jeremías. Segundo paso: la separacion de las aguas y los planetas, a su derecha Daniel y a su izquierda la Sibila Persa. Tercer paso: la creación de Adán, la magistral pintura inmortalizada desde entonces en todos los libros de arte y que sirve de reclamo principal como obra cumbre de ese techo inmenso, nos ofrece a un Adán indecorosamente desnudo con ese facinante aroma sensual que era propio del pintor/escultor y que levanta su mano hacia la poderosa mano de Dios; Hombre anciano de pelo blanco que le da el soplo de vida arropado por su legión de bellísimos ángeles de caras sonrosadas. En la faz del creador vemos esa firme mirada de paz y de gallardía ante su obra más preciada, pero quizás se adivine también un velo oscuro de desconfianza ante lo que acaba de crear. A su derecha Asa y a su izquierda Roboam. En lo que podemos considerar una segunda parte de este paso está la creación de Eva. Por primera vez vemos el cuerpo de esta mujer con las caracteristicas propias de Miguel Angel en lo que se refiere a expresar el cuerpo femenino; deformado con respecto al masculino; a su derecha la Sibila de Cumas y a su izquierda Ezequiel. Cuarto paso: El pecado original y la expulsión del paraíso. Un cuerpo perfecto de hombre, con su músculatura en tensión junto a un cuerpo deforme femenino cogen la manzana del pecado y son expulsado en una segunda escena junto a la primera, del Edén. Mirándolo fijamente parece sentirse como un trueno la voz de ese Dios invisible esta vez, que les maldice hasta la eternidad. A su derecha Ezequías y a su izquierda Ocías. Quinto paso: El sacrificio de Noé, rodeado de cuatro figuras humanas. Si observamos desde el comienzo hasta el lugar donde nos encontramos en este momento, nos daremos cuenta que las figuran son cada vez mayores a medida que se acerca el altar mayor y en cambio cada vez hay menos figuras en el techo… quizás una manera de ir diluyendo poco a poco esa masa de cuerpos desnudos hasta llegar a un serenidad visual que tiene como rompedor el fresco del altar mayor. El sacrificio de Noé está flanqueado por Isaías a la derecha y por la Sibila eritrea a la izquierda. Sexto paso: el diluvio. Alboroto de aguas azules y el pasar de hombres y bestias hasta el arca salvadora, a su derecha Josías y a su izquierda Zoroabel. Séptimo paso: la embriaguez de Noé, donde la pintura se hace tenue y el movimiento es casi nulo, a su derecha la Sibila de Delfos y a su izquierda Joel.

Aqui damos por terminado los pasos fundamentales del techo que llegados a su punto final nos ofrece la imagen de Zacarías con dos escenas a sus lados. A la derecha Judit y Holofernes y a la izquierda David y Goliat que terminan el trabajo formando como todas las figuras laterales unos ángulos abovedados dándole al techo una dimensión que no tiene en realidad. Esta es la maestría del genio de la pintura. Si miramos desde varios ángulos, jamás podemos encontrar un detalle que delate que lo que estamos viendo no es la realidad sino lo que Miguel Angel quiso que viésemos.

Y lo mismo que el Papa Julio II entraremos en el encargo de ver y admirar ese fresco que fue concebido en 1535 para adornar la pared del altar de la capilla. Arriba en lo más alto vemos todo lo referente a la Pasión de Cristo, entre figuras que se doblan sobre sí para darle más profundidad a la rectitud de la pared; abajo en cambio se aglomeran las figuras, vestidas o a medio vestir de los ángeles llamando con las trompetas al juicio definitivo que tiene su punto central en la figura de Jesús, levemente cubierto por un sudario casi transparente. Apóstoles, santos y mujeres entre las que se encuentra su propia Madre. Si tenemos ocasión de verla en la actualidad, ya desprovista esta imagen de los paños de suciedad que la cubrían y miramos detenidamente sus ojos; es díficil que no sintamos cierto temor ante la mirada con que vuelve el Hijo a juzgar al hombre. Curiosamente Miguel Angel coloca en el lado izquierdo de la figura de Jesús, donde están los condenados a la oscuridad a esa figura extraña de El Barquero a que hacen referencias leyendas muy antiguas… ese hombre que tiene las llaves del mundo de las sombras y que dió pie más tarde a Dante para su Divina Comedia con una descripción del infierno bastante impactante.

Ahora en la actualidad tenemos la oportunidad de ver las dos obras magnas del Genio en sus colores originales y desposeídos de aquellos trapos que les colocó Daniele Volterra a las figuras para aliviar un poco la visión de tantos cuerpos desnudos. Curiosamente este hecho le valió al pintor el nombre con el que pasa a la historia del Arte, «el calzonazos», ayudado por Girolamo de Fano.

Debemos dar gracias que esta labor de devolverle a la capilla su aspecto original, nos la haga ver tal como la ideó su creador. Ha sido un trabajo de gigantes y por supuesto de muchos años, puesto que 50 años después que Miguel Angel la terminara ya se fue quitando el resplador inicial debido a la velas y las luces del alumbrado de la época. También los humos y las congregaciones de personas puesto que es el lugar donde se reúne el Sínodo para elegir Papa. Las limpiezas han ido sucediéndose desde entonces pero es en los año 80 cuando se toma en serio su limpieza total aplicándole los medios más modernos. Estudiosos del tema y especialistas se reunieron para devolverle el color y quitarle los velos a las figuras.

Quizás las palabras de Vasari tengan hoy día su significado más profundo: «Esta obra fue y sigue siendo la luz de nuestro arte. Ha aportado tanta luz y tanta ayuda que basta por sí sola para iluminar el mundo que estuvo durante tanto tiempo sumido en la oscuridad».

La Capilla Sixtina forma parte de los Museos Vaticanos, encontrándose al fondo de las galerías de los mismos, tras pasar las dedicadas al Renacimiento. Su acceso es fácil para todos y está totalmente equipada para ser visitada por personas inválidas gracias a un sistema de rampas. Servicios a su entrada y ascensores para subir o bajar a la otra planta. Si quieres sentir algo especial sube por la escalera espiral, un modo de perder totalmente el norte.. realmente alucinante.

Como todas la visitas al Vaticano, lo mejor es ir en un grupo programado, se evitarán las colas y las esperas..después dentro y con un buen mapa puedes ir a tu aire; eso sí teniendo en cuenta que la visita tiene un tiempo medido y que los grupos están controlados constantemente para que no quede nadie descolgado en algunas de sus salas. Está totalmente prohibido el uso del flash y en algún momento también las fotos o videos. Es mejor hacerlo de manera discreta ante la vigilancia propia del lugar. El mejor tiempo para visitarlo es difícil de decir; siempre hay mucha gente que te resta atención a lo que se merece un estudio profundo. Realmente no se le conoce bien hasta tres o cuatro visitas largas. Y por supuesto si vas con un grupo patrocinado por la Iglesia Católica, entonces tendrás todas las ventajas de peregrino. Días especiales para acudir a visitar el vaticano y horario especial.

Notas para el año 2009:

*Horarios: Todos los días entre las 8.45h. a 19.00h.

*Cerrado los domingos salvo los últimos de cada mes.

*Cierre por otras festividades:

-1 y 6 de enero
-11 de febrero
-19 de marzo
-16 y 17 (Pascua y lunes del Ángel) de abril
-1 y 25 (Ascensión) de mayo
-15 (Corpus Christi) y 29 de junio
-15 y 16 de agosto
-1 de noviembre
-8 (Inmaculada concepción), 25 y 26 de diciembre.
*Precios: billete regular para la Capilla Sixtina, 12.00€.

Reducido 8€ (Tarifa reducida Euro 8,00)

-Visitas organizadas de escuelas, academias u otros institutos de instrucción, presentando una solicitud en papel con membrete a la Dirección de los Museos.

-Peregrinajes organizados por las diócesis o parroquias, presentando una solicitud avalada por la autoridad diocesana, dirigida a la dirección de los museos.

-Estudiantes con tarjeta estudiantil «student card» actualizada u otro documento que demuestre la inscripción al año en curso del proprio instituto. La extención vale hasta el cumplimiento de 26 año de edad.

-Muchachos menores de 14 años

*Entrada gratuíta:

-Último domingo de cada mes; jornada mundial del turismo (27 de septiembre).

 

«El Poder puede estar en manos de algunos, la Gloria en manos de muy pocos».

 DAMADENEGRO

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Datos de registro

Identificador: 0908034193074
Título: capilla
Fecha de registro: 03-ago-2009 15:17 UTC
Autor: damadenegro
Tipo de obra: Literaria, Narrativa, Ensayo

Safe Creative #0908034193074

comentarios
  1. juan dice:

    en uno de los pasillos que conducen a la Capilla Sixtina vi un cuadro que me llamó la atención pero, nadie me da razón de ello….se trata de una pintura, si maal no recuerdo, de dos personas sentadas, separadas por una mesa. Esta pintura tiene una ilusión óptica que, dependiendo de donde se la mira cambia de posición….me pueden decir de que pintura estoy hablando? (no es el Cristo Crucificado)
    muchas gracias

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