Capilla de los Huesos Kostnice, Kutna Hora (R.Checa)

Publicado: abril 9, 2021 en mis experiencias
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El centro de Europa guarda leyendas, misterios, cuentos que rozan el terror pero que también están  muy unidos a la religión y a la fe; lugar cargado de historia y de historias que muchas veces nos revolucionan el pulso porque es para temblar y sin embargo, cuando se piensa fríamente nos damos cuenta del matrimonio perfecto que hace el más allá, el mundo esperado, las penas despejadas, la pureza del alma y la muerte. A través de la historia y sobre todo durante los siglos que abarcaron la Edad Media, vemos como la muerte y la vida estaban tan unidas que a solo una décima de segundo se pasaba de un campo a otro. Y quizás en este lugar perdido en la República Checa nos encontramos más que nunca con este culto al más allá sin miedos, sin temblor por lo desconocido, simplemente nos refleja lo que somos en realidad y lo que dejamos en este mundo para convertirnos en energía pura…

Tuvo que ser un hecho ocurrido hace algunos años, en el día de Todos los Santos cuando se celebró la misa en la capilla inferior del complejo y alguien fotografió al sacerdote. La imagen que dio la vuelta mundo  reflejó al sacerdote ofreciendo la Santa Misa rodeado de calaveras, lámparas y escudos hechos con huesos humanos; fue tal la que se organizó en los medios públicos y los comentarios que desde entonces no se ha vuelto a celebrar misas en esta capilla que incluso fue calificada como satánica.

A pesar de ello la iglesia compuesta por dos capillas, recibe la visita de más de 150.000 turistas al año y aunque retirada del rito de la  Misa, sobrecoge su aspecto sobre todo la Capilla Inferior por sus decorados con los huesos de los muertos.

En busca de lo desconocido, con las estrellas de ser todo un mito dentro de la religión católica nos fuimos en su busca y nos sorprendimos sobremanera saber la cantidad de peregrinos que hasta allí llegan llevados unos por la fe y otros por la curiosidad. Muchos sienten el miedo de lo que en realidad somos, otros sin embargo vemos que esta vida es simplemente un tránsito y lo que allí encontramos es nuestro «traje» mortal. 

Puestos en marcha nos dirigimos a Sedlec, suburbio de Kútná Hora a 90 kms de Praga que como siempre nos deslumbró por todo lo contrario a lo que buscábamos, su derroche de poder y de belleza. La ciudad de Kostnice guarda el tesoro que guía a estos peregrinos que buscan no el relicario al que adorar, sino la verdad de lo que somos.

En el camino nos encontramos a gente que iban al mismo sitio, algo especial había en sus miradas. Unos llenos de temor por lo que verían un poco más allá y otros con la necesidad de contemplar para lo que servimos después de pasar tantas penas en la vida. La iglesia que se convirtió en el mayor osario del mundo y que está decorada  con los huesos de más de 40.000 personas checas, belgas, holandeses, polacos y alemanes.

La leyenda nos cuenta que un noble viajaba de Praga a Moravia, se paró a descansar en el camino y quedó dormido y allí en sus sueños vio que un pájaro se le metía por la boca y con ello interpretó que debía fundar un monasterio en aquel lugar. Consultó con monjes cistercenses de Waldsassen (Bavaria) sobre la manera de hacer realidad su sueño, fue en el  1142. Mucho más tarde, en 1278, el abad del monasterio, Jindrich, fue enviado a Tierra Santa, de allí se trajo tierra del Gólgota, que dispersó por el pequeño cementerio del pueblo al que los aldeanos comenzaron a considerar como santo y lo hicieron lugar de culto y de sepultura, queriendo con ello ser enterrados en esas tierras para esperar la subida al cielo.

Durante el s. XIV las plagas y sobretodo la peste se extendió por todo el continente, los muertos se contaron por millares y en esta zona se alcanzó la friolera cifra de 30.000 personas que fueron sepultadas precisamente en este lugar. Más tarde, las guerras en el s. XV acabó con la vida de 500 monjes que habitaban en el monasterio que ardió en llamas. Y tal fue la cantidad de esqueletos en la zona que poco a poco se afanaron por decorar la capilla inferior con ellos. La macabra tarea se convirtió en arte y con esos huesos levantaron adornos para las columnas, escudos, candelabros, lámparas… hoy en día se le conoce como «Tumba y Cuidado» y simboliza la muerte. Tiene también su leyenda negra que dice: » si se tropieza en la escalera por la que se baja a ella, la muerte del que tropieza está cercana».

Por el contrario la capilla superior, conocida como «Clara y Aireada» representa el Poder de la Luz Eterna y es todo lo contrario a la inferior. Había que llenarse de esa luz poderosa para enfrentarnos a la realidad de lo que somos antes de descender hasta los confines de la muerte. Y allí abajo nos consternamos con los cálices y la cruz hechos completamente de huesos humanos; en cada rincón hay pirámides decoradas con Coronas de Gloria hechas de huesos que esperan la resurrección. Sobre nuestras cabezas tenemos inmensas lámparas – arañas hechas también con restos humanos. Las paredes, los suelos… se hallan decorados con calaveras. Miedo?…… es demasiado ruda la realidad.

Nos asomamos por las escaleras a  los huecos enrejados donde se amontonan las calaveras, huesos apilados, lo que quedó en tierra del horror de la muerte por enfermedad y por las guerras y que nos dan un ejemplo de serenidad esperando la vida que tarde o temprano volverá.

Ya no hay Misa el Día de Todos los Santos, alguien cuando vio aquellas fotos las calificó como satánicas; la iglesia en previsión de lo que podría pasar suspendió el rito y la dejó allí abajo para que solo los curiosos y turistas viesen el testimonio de lo que la vida y la muerte pueden hacer, de lo que la guerra puede conseguir, de los que las enfermedades pueden lograr.

No es un viaje grato, ni de arte, ni siquiera por morbo; simplemente es un viaje a nuestro futuro y a lo que esperamos conseguir una vez que hayamos dado el paso, el último paso.

DAMADENEGRO 12/3/2010

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comentarios
  1. pakistan dice:

    That was a truly great blog!!!

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