ALGARVE (PORTUGAL)

Publicado: febrero 15, 2021 en mis experiencias
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Portugal es uno de los destinos turísticos más económicos y fascinantes de Europa. Goza de un rico pasado marinero, soberbias playas, melancólicos pueblos y ciudades y un paisaje de olivos, alcornoques, viñedos y trigales. De fácil acceso en coche desde España, Portugal conserva paraísos naturales que merece la pena conocer antes de que desaparezcan fruto de la voracidad constructora que ya ha hecho mella en una parte del Algarve. 

Hace 30 años el sur de Portugal era un paraíso natural plagado de acantilados y con poblaciones en los que la pesca era casi el único medio de vida. La pobreza de entonces, la primera vez que visité un país pletórico pocos meses después de la Revolución de los Claveles, ha desaparecido pero a costa de que también lo hayan hecho los lugares de ensueño, las playas salvajes y vacías, y el horizonte libre de cemento. El Algarve más oriental ahora es una continuidad de edificios poco agraciados en los que impera el mal gusto -permanente cuando se trata de obtener rentabilidad- del que, afortunadamente se libra la parte más occidental de la región. Es allí, donde da la vuelta el viento, donde comenzamos el viaje bordeando la costa, sin descuidar alguna excursión al interior. Es un Algarve diferente y protegido por el parque natural del Suroeste Alentejano y Costa Vicentina, quizá el trecho de litoral mejor conservado del continente.

Comenzamos el viaje en el último pueblo de la Europa continental. Sagres (que también es el nombre de la excelente cerveza portuguesa) es una pequeña ciudad de ambiente algo hippie y surfero. Pero aquí se abrieron las rutas del Descubrimiento gracias a la Escuela de Navegación que creó Enrique el Navegante en el siglo XV. La escuela desapareció gracias a los ataques de Francis Drake y al terremoto de Lisboa de 1755 y en su lugar hoy se alza una fortaleza en la que se puede ver una gigantesca rosa de los vientos (de 43 metros de diámetro) trazada sobre la roca de la punta. Un camino empedrado recorre todo el perímetro de la punta. Se tarda una hora en recorrer a pie el borde del acantilado, pero el paseo merece la pena aunque solo sea para escuchar el bramido del océano.

Desde la punta de Sagres hasta el Cabo de San Vicente hay poco más de cinco kilómetros en los que aguardan parajes de gran belleza e impresionantes acantilados. Al final está el Cabo, que desde los tiempos de Enrique el Navegante es uno de los puntos geográficos más citados en la navegación. Encaramado a 75 metros de altura, verdaderamente es el fin del mundo a pesar del colosal faro que lo corona -el más grande de Europa-, cuyo haz es visible 100 kilómetros mar adentro. Hoy en este rincón final de Europa se cumplen otros ritos: cada día una caravana de coches recorre la distancia entre Sagres y el Cabo para ver la caída de la tarde sobre el Atlántico. El espectáculo es sobrecogedor y merece la pena aunque no hay que olvidarse de llevar ropa de abrigo para resguardarse del viento que azota sin piedad, sea el día que sea.

Al norte del cabo de San Vicente está Aljezur, una villa que posee alguna de las playas más hermosas del Atlántico portugués flanqueadas por colosales acantilados y rocas e islotes en medio del mar: Amoreira, situada entre dos fisuras rocosas de carácter volcánico; Monte Clérigo, más pequeña y cruzada por un riachuelo, y Arrifana, una cala escondida al pie de un acantilado, son las más conocidas.

Dentro de esta área protegida quedan también las playas de Bordeira y Odeceixe, la primera con un extenso arenal que se prolonga hacia el interior a través de una cadena de dunas, y la segunda alejada del núcleo urbano -solo hay una pequeña urbanización en lo alto del acantilado-, es accesible en coche o, mejor aún, en bicicleta. El río Ceixe desemboca en la misma playa, una atractivo más para este lugar único en el que el azul brillante del agua atrapa la vista. Lo que no está tan bien es la temperatura del agua, probablemente una de las razones para que la zona se mantenga alejada de la especulación urbanística.

Remanso de paz.-

En el interior, el paisaje se vuelve montañoso, continental y más auténtico y tranquilo. La sierra de Monchique guarda, a escasos 30 minutos del litoral sobreexplotado, un lugar impoluto y propio del siglo XIX: Caldas de Monchique, un oasis-refugio que se ha hecho famoso por sus aguas ricas en bicarbonato, sodio, flúor y silicio indicadas para tratar desde afecciones músculo-esqueléticas hasta problemas respiratorios. Ocupada cada vez más por extranjeros en busca de tranquilidad, la villa es un remanso de paz y su situación, protegida de los vientos atlánticos, garantiza un clima templado. No lejos de Monchique está Silves, con la mejor catedral gótica del Algarve y un castillo morisco ahora no visitable debido a las obras de restauración que se realizan.

Desde Silves podemos bajar hacia Portimao y Lagos. Portimao es una ciudad amurallada con una de las playas más conocidas del litoral: la playa de la Rocha en la que, al parecer, desembarcó Aníbal. Ahora aquellas tropas guerreras han sido sustituidas por avalanchas humanas lo que, sin duda, ha dotado al lugar de todos los servicios turísticos en primera línea de playa (tiendas de recuerdos, hamburgueserías, sombrillas, hamacas, hoteles y apartamentos descomunales…..). Con todo, si es capaz de aislarse y no mirar para atrás, el mar, de color caribeño y con formaciones rocosas emergiendo del fondo, le proporcionará un buen recuerdo. El centro, pequeño y relativamente preservado, está lleno de restaurantes de pescado en los que reina la sardina. Lagos está mejor conservada, quizá porque fue la Lacobriga romana. Tiene playas preciosas como la de Doña Ana y Ponte de Piedade. En el centro hay otros dos lugares vistosos: Meia Praia, una media luna de cuatro kilómetros de largo y 10 kilómetros al norte, el embalse de Bravura, enclavado entre montes de eucalipto. Praia da Luz, Salema y Burgau son otros enclaves cercanos y apacibles a pesar de la notoriedad que la trágica desaparición de Melanie McCaan ha traído a la zona en la que la imagen de la pequeña sigue siendo visible. 

DAMADENEGRO

Identifier: 0907264168982
Title: algarve
Entry date: Jul 26, 2009 3:39 PM UTC
Author: damadenegro
Work type: Literary, Narrative, Essay

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