Cuando el verano ya comienza a declinar merece la pena proyectar para este otoño una excursión especial al hayedo más extenso de la Península Ibérica situado en Navarra. Unas botas de trekking y los ligeros chubasqueros y adentrarnos de manera bien orientada en la Selva de Irati entre las Juntas Generales de los valles de Aezkoa y Salazar y que está conectada territorialmente con otros bosques de Francia y del Valle del Roncal).
Hayas y robles conviven en sus 17.175 hectáreas con pinos y abetos blancos que reciben al visitante. Al bosque de Irati se accede por la cercana población en la que, además de sus bellos puentes medievales, caseríos y calles empedradas se encuentra el Centro de Interpretación de la Naturaleza; un lugar imprescindible para visitar el paraíso arbóreo de Irati.
La selva, que abarca la cuenca alta del río Irati, está recorrida por una red de accesibles senderos entre los 2 kms del Paseo de los Sentidos y los 11 del Camino Viejo a Casas de Irati, situadas a 100 metros de la ermita de Nuestra Señora de las Nieves y alguno más de mayor extensión.
En su entorno, montañas como Orhi, Escaliers-Harsudurra o Abodi, custodian el tesoro boscoso que se extiende a sus pies. Ciervos, corzos, jabalíes, buitres, urogallos o halcones peregrinos, entre otras especies, completarán una visita inolvidable.
Después a pensar que hemos estado en un lugar de ensueños….. un bosque encantado.
DAMADENEGRO 20/8/2010
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